Blog de Joselito

Vida efímera

Este artículo podría no ser del gusto de mucha gente. Hay personas que odian leer cosas como las que voy a escribir, no sé si por miedo, superstición o porque les deja mal cuerpo. Pero creo que es necesario tocarlo.

Sí, la vida es efímera. A veces creemos que vamos a durar para siempre o que lo que le pasa a otras personas no nos pasará nunca a nosotros. Es un gran error. Cualquier día es un regalo y puede ser el último. Una enfermedad inesperada, un accidente o incluso un ataque o cualquier otra cosa. Yo personalmente no le temo a la muerte.

Para otras personas cada día es lo contrario: una maldición, una tortura, un sinsentido. Pero nunca sabemos cuándo será el último día o segundo que estaremos en este mundo.

Puede pasar en cualquier momento o a cualquier edad, pero cuando uno ya va para una edad más avanzada empieza a ver cómo van falleciendo muchas amistades o familiares cercanos. Es algo normal y ley de vida pero cuesta llevarlo.

Que fallezca un hermano menor o uno de tus mejores amigos, como me ha pasado no hace tanto, es algo muy duro. Yo lo he sufrido incluso más que cuando murieron mis propios padres, aunque me cueste decirlo. No digo que no sea muy dura la muerte de tus padres, porque lo es, pero quizás al tener incluso más contacto diario con tus hermanos o con amistades de toda la vida, se te hace más cuesta arriba, al menos en mi caso.

Hoy están bien y de pronto al día siguiente ya no están aquí. Yo personalmente soy creyente, por lo que espero encontrarmelos en algún otro lugar, es mi esperanza. Otros pueden pensar en esa frase de que nadie muere si no es olvidado y se lleva en la memoria de los demás, pero hay algo que no se irá: el dolor por la pérdida. No es algo que vaya a desaparecer, tenlo presente, sino algo con lo que hay que aprender a vivir cada día lo mejor que podamos.

Es importante amar a tus seres queridos, demostrárselo a diario. No te arrepientas mañana de no haberles dicho lo que siempre quisiste decirles, porque luego podría ser ya imposible decirselo y demasiado tarde. Hazlo mientras haya tiempo.