Blog de C3PO

Pobreza y privacidad/seguridad

A veces hablamos mucho de qué smartphone conseguir para tener una buena privacidad o seguridad pero echamos en falta algo importante: que no todo el mundo puede permitirselo.

Mi caso por ejemplo. Yo hace un par de años pude conseguir un Pixel 3a para ponerle GrapheneOS, que para mi es lo mejor hoy en día en privacidad y seguridad. Pero actualmente no podría permitirme otro smartphone Pixel.

Podriais decirme de algún smartphone barato y ponerle LineageOS o alguna ROM similar, pero estos sistemas no son lo que mucha gente piensa. En principio porque destroza toda la seguridad de Android, que es muy importante. Tampoco actualiza el firmware, lo que deja abiertas muchas vulnerabilidades de seguridad. Y encima se carga el arranque seguro y las actualizaciones las ofrece muy retrasadas de las oficiales.

Casi prefiero un smartphone normal e intentar desactivarle lo que pueda por mi mismo. Sé que es imposible en el caso de Google al completo, y que Netguard no hace milagros y que tampoco es tan fiable como pueda parecer, pero algo es algo. Al menos conservo las actualizaciones, el sistema de seguridad y pierdo menos en privacidad.

El tema es que a la mayoría de la gente le importa muy poco la privacidad. Pero a los que nos importa, si no estamos bien económicamente, nos da un palo enorme tener que comprar un smartphone que sea barato y conecta continuamente con China, o con otros países, dando información de toda tu vida (que es lo que llevamos hoy en un smartphone). Y encima de dudosos fabricantes.

La realidad es que un smartphone es un sistema de espionaje perfecto y a la gente no parece importarle. Y como nos obligan cada día más a disponer de este teléfono para muchos asuntos importantes de nuestras vidas, pues te quedan pocas opciones si eres relativamente pobre.

Un amigo me comentaba en la instancia de Mastodon privada que pronto los smartphones deben cumplir la Ley de Mercados Digitales, posibilitando la desinstalación de software de sistema y bloatware. Esperemos que sea pronto así.

Es difícil hablar por tanto de privacidad y seguridad con alguien que no está bien económicamente o que es pobre. Aunque éste será el menor de los problemas para estas personas. Y esto hay que tenerlo muy en cuenta.